Calleri monta un pollo y se perderá varios partidos.

El delantero argentino del Espanyol protestó al árbitro de manera irrespetuosa y reiterada, y esto le acarreará más de un partido de sanción.

La primera amonestación, según ha recogido el trencilla (Caudra Fernández) en el acta arbitral, se debe a que en el 87’ le dijo: “Sácame tarjeta, si me da igual”. Solo unos segundos después, llegó la segunda amonestación y a la calle.
El colegiado redactó que el delantero perico le apuntó “con el dedo y posteriormente apuntando hacia fuera del terreno de juego” y le espetó: “Ahora voy a decir yo lo que me dijiste vos”.
Para culminar la tonta autoexpulsión, cuando ya le había mostrado la roja, Calleri miró al colegiado y le dijo: “Es una vergüenza”.
La expulsión le puede salir cara al punta argentino del Espanyol que podría no perderse un solo partido. El colofón a un partido para el olvido, una derrota que precipita el descenso matemático de los hombres de Rufete.

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