Héroes y Villanos de la jornada 10
Recopilación de los jugadores que han sorprendido con un rendimiento superior al esperado y aquellos de los que se esperaba mucho pero no han dado la talla durante la jornada. Poco héroe y mucho villano en una jornada plagada de expulsiones, penaltis fallados y errores flagrantes...
HÉROES
Menudo final de partido se vivió el pasado martes en el Sánchez-Pizjuán, el conjunto local estaba a punto de perder el partido tras una pena máxima señalada en el descuento del descuento pero apareció Bono. El cancerbero sevillista tuvo la sangre fría suficiente para atajar el penalti a Gayá y salvar un punto importantísimo a última hora.
El Tigre aprovechó su segunda titularidad de la temporada para anotar, precisamente, su segundo gol en lo que llevamos de campeonato. En esta ocasión su equipo estaba cerca de la derrota en el feudo del Atlético de Madrid pero asumió la responsabilidad de lanzar el penalti cometido por Giménez y rescatar un punto en el derbi madrileño.
El delantero croata lleva toda la temporada alternando titularidades con suplencias e incluso se ha quedado sin disputar ni un minuto en 2 jornadas pero ante el Espanyol se reivindicó. Eligió el mejor momento para estrenarse como goleador, ya que su tanto valió para que el cuadro rojillo sumara 3 puntos más.
VILLANOS
Si ya lo decimos cuando lo tira el especialista, está claro que lo vamos a decir cuando el fallo desde los 11 metros lo comete un defensa. Nadie discute que Gayá fue el villano de la jornada para el Valencia, pero pensamos que había otros jugadores más capacitados en el campo que a lo mejor, no tuvieron la personalidad suficiente.
Algunos jugadores siguen empeñados pero yo no voy a cansarme de repetir lo mismo una y otra vez: no hay necesidad de saltar con los brazos abiertos dentro del área, soy consciente de que puede ser una opinión polémica pero es la mía. El defensa rojiblanco fue penalizado por la acción y la victoria se le escapó de las manos al Atleti en los últimos compases del encuentro.
Inexplicable el regalo que hizo el bueno de Bernardo al delantero local cuando su equipo tan solo perdía por 1-0 y quedaba todo un mundo por delante. En la jugada, el zaguero pierde de vista a su portero y únicamente mira al balón, cuando se quiere dar cuenta de que su cesión es casi un gol en propia puerta, ya es demasiado tarde.
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