Falso 9, rematador, fijador y de movilidad: ¿Cómo identificar a los tipos de delanteros?

Incluso para quienes disfrutan del fantasy football o para los seguidores de sitios de apuestas con mesa de crupier en vivo con experiencia real, conocer el rendimiento individual puede marcar la diferencia entre ganar o perder. Por eso, aquí veremos sus características principales.

El "falso 9", armador de juego

Esta figura fue popularizada por Pep Guardiola durante su etapa en el FC Barcelona, al poner como protagonista a Lionel Messi, un jugador que se mueve entre líneas, abandona su posición natural en el área y baja a recibir, atrayendo centrales y generando espacios a la espalda para que los extremos o mediapuntas los aprovechen.

En términos estadísticos, el "falso 9" suele tener un alto porcentaje de toques fuera del área, muchas asistencias esperadas y una destacada participación en las secuencias de ataque. Aunque sabe disparar, no vive del remate, sino de la asociación.

Jugadores como Francesco Totti o Karim Benzema en su etapa más madura son ejemplos claros de "falsos 9". No necesitan marcar treinta goles para ser decisivos, porque su impacto está en el flujo del equipo.

El rematador “Terminator”

Si el falso 9 piensa, el rematador ejecuta. Su reino está dentro del área, donde cada centímetro cuenta. Reconoce instintivamente cuándo atacar el primer o segundo palo, se anticipa a los defensores y convierte medio disparo en gol.

Los analistas hablan de ellos en términos de expected goals (xG) y xG per shot: métricas que reflejan su capacidad de aprovechar cada ocasión. Erling Haaland es el ejemplo paradigmático, pero también Robert Lewandowski pertenece al club de los "Terminators".

Este perfil participa poco en la elaboración, pero su presencia aterra a los que tiene en frente, ya que cada toque suyo tiene olor a peligro. Son esos jugadores que no necesitan recibir el balón 20 veces, con un par de ocasiones les alcanza para convertir. 

En el contexto del fantasy o de las apuestas deportivas, los rematadores suelen ser los favoritos, ya que con sus goles suman puntos y pagan dividendos. 

El fijador, del aire a la tierra

El delantero fijador es el ancla de los equipos que buscan verticalidad. Suele ser corpulento, experto en proteger el balón de espaldas y, sobre todo, en ganar duelos aéreos. Cuando el equipo necesita salir de la presión, él ofrece una salida directa: recibe, descarga y permite al bloque avanzar.

En las métricas, el fijador destaca en duelos aéreos ganados, remates de cabeza y eficacia por tiro. En cambio, su participación en pases en el último tercio o en asociaciones suele ser inferior a la media, dado que no es un creador, sino una referencia.

Luuk de Jong, por ejemplo, encarna este perfil. Convierte cada centro en una amenaza y se vuelve imprescindible en centros laterales, segundas jugadas o transiciones rápidas. No suele destacar estadísticamente, pero es un perfil infaltable para los entrenadores.

El de movilidad, para llegar más rápido

Si el correcaminos jugara al fútbol, sería un delantero de movilidad. Rápido, versátil y agresivo, el delantero de movilidad es el que mejor se adapta al fútbol "a todo gas". 

Puede caer a bandas, atacar la profundidad o asociarse cerca del área, ya que vive de los espacios y, sobre todo, de la intuición para aparecer en el momento justo.

Las habilidades de este perfil combinan elementos del falso 9 y del rematador, ya que tiene buen registro en goles esperados y remates, pero también una aceptable capacidad asociativa. 

Kylian Mbappé, delantero del Real Madrid, representa este estilo a la perfección. En el fantasy son los delanteros de mayor riesgo y recompensa. No sobresale en retención, incluso puede no aparecer durante 80 minutos, pero decidir el partido en una sola carrera.

¿Hay alguno que sea superior al resto?

La respuesta es simple: no. Cada variante de delantero depende del sistema de juego, de los compañeros y del plan táctico del entrenador (real o fantasy). 

Un "falso 9" puede ser muy útil en un equipo con Pep Guardiola al frente, pero descoordinado en otras formaciones más tradicionales. De la misma forma, un fijador puede perder sentido en un equipo que juega al toque.

La clave está en alinear el perfil del delantero con la idea de juego. Un entrenador inteligente sabrá que no se trata de moldear al jugador a la táctica, sino de diseñar la táctica en torno a las virtudes del jugador.

Al formar un equipo, es más importante tener en cuenta las necesidades reales de la formación por encima de las estadísticas y las tácticas. Hay distintos caminos hacia el gol, y el arte del entrenador, del analista y hasta del aficionado a las apuestas en Casumo está en saber reconocerlos. 

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