Se encienden las alarmas: la posible huelga en LaLiga más cerca que nunca

Antecedentes

Si nos remontamos a abril del año pasado, aun sumidos en la ya histórica pandemia por Coronavirus, apreciaríamos como nace el germen definitivo que alimenta la tensión existente a día de hoy. El anuncio de la “SuperLiga” desató un revuelo que, aunque parecía ser asunto cerrado y al que ya se le dio carpetazo con la negativa absoluta de la gran mayoría de los clubes del panorama futbolísitico europeo, a día de hoy está a punto de ser uno de los motivos, entre otros, que puede propiciar una huelga en nuestra competición.

Motivos de la huelga

El proyecto de Ley del Deporte impulsado por el gobierno junto con la oposición y que se encuentra actualmente encima de la mesa permitiría a los clubes españoles competir al mismo tiempo en la “SuperLiga” y en la competición doméstica sin ningún inconveniente. La imposibilidad de la mayoría de equipos de acceder a esta competición generaría una obvia brecha económica que, si actualmente ya es estratosférica, de este modo se volvería prácticamente insalvable. Con ello, además, se pone en liza la legalidad, ya defendida por la Abogacía del Estado, del “acuerdo CVC” ratificado por la Asamblea General de LaLiga y que pese a ser controvertido por presentar ciertas deficiencias, es el encargado de inyectar casi 2.700 millones de euros al fútbol español. La consecuencia de todo ello es la posible convocatoria de huelga a la que nos enfrentamos en la actualidad y que busca propiciar enmiendas en el texto legal para que esta hipotética competición sea inviable como ya ha ocurrido, por ejemplo, en la Premier League de Inglaterra.

Posible solución

De una forma u otra es palpable la división del fútbol español en dos bandos enfrentados entre sí y con posturas lejos de concordar, lo que en último término termina siendo perjudicial para el futbolista profesional que, en caso de finalmente celebrarse la huelga, tendrá que recuperar las jornadas perdidas en una complicada temporada ya interrumpida por el Mundial de Qatar. Finalmente, y si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea no se pronuncia antes, la resolución de estos puntos de fricción será una cuestión de diálogo entre clubes y máximos dirigentes para acercar posturas y superar el escollo económico, algo que históricamente siempre ha supuesto una traba a la razón humana.