[FC Barcelona] Análisis de los nuevos fichajes en clave Fantasy

Alcanzará su séptima jornada el campeonato nacional de Liga este fin de semana. Tras seis encuentros disputados el FC Barcelona empieza a generar dudas, y sus nuevos fichajes más.

Si bien es cierto que el dominio barcelonista en la competición doméstica a lo largo de estos años está siendo incuestionable (7 Ligas de las últimas 10), lo es más que tanto plantilla como club y afición suspiran por volver a alcanzar el máximo trofeo continental, la Champions League. Para ello el conjunto de Ernesto Valverde, en aras de evitar un desastre tal como el acaecido la temporada pasada en el Olímpico de Roma, se ha visto reforzado con jóvenes promesas (Arthur y Malcom), jugadores afianzados en la Liga (Lenglet), e incluso con nombres tan conocidos por el aficionado al fútbol como Arturo Vidal. Sin contar además que hombres como Munir o Rafinha permanecen en la plantilla tras regresar de sendas cesiones a Valencia CF, SD Alavés e Internazionale de Milán respectivamente. 

Pese a ello, y tras unos cuatro primeros partidos de Liga más correctos que espléndidos, el equipo ha empezado a resentirse en cuanto Valverde ha dado entrada en el once a algunos de ellos o a teóricos suplentes. El tropiezo en casa ante el Girona CF y la derrota del pasado miércoles en Butarque ante un, hasta entonces, colista CD Leganés, han hecho saltar las alarmas en Can Barça.

Los brasileños inéditos

Arthur y Malcom llegaron este verano al FC Barcelona con la vitola de grandes promesas y avalados por su más que presumible calidad.

Hasta la fecha, Malcom, que recaló en el club tras pasar por el Girondins de Bordeaux de la Ligue 1, ha disputado la friolera de 25 minutos, repartidos en 6' ante el Valladolid CF (0-1) en el Estadio de Zorrila, y en 19' ante el CD Leganés esta pasada jornada (derrota por 2-1). Un solo a tiro a puerta y un uno contra uno superado es el pobre bagaje del nuevo extremo barcelonista. Muy poco a tenor, no solo de lo esperado, sino también de lo necesario. Bien es cierto que un esguince de tobillo lo dejó en el dique seco dos semanas, pero dicho tiempo coincidió con el parón obligado por los encuentros de selecciones.  

Por su parte, Arthur, llamado a ser el nuevo mix Xavi-Iniesta del futuro, como si hubiese sido mezclado en una coctelera, ha sido utilizado por Valverde en tres encuentros de Liga: saliendo desde el banquillo en el Camp Nou  ante SD Alavés (3-0) y SD Huesca (8-2) y gozando de la titularidad en el tropiezo, también en casa, ante el Girona CF (2-2). Una asistencia de gol ante los babazorros, y una tempranera tarjeta amarilla ante los gerundenses, que condicionó en sobremanera su actuación, son los números de ex jugador del Grêmio FBPA.

Preocupan ambos en el vestuario, y preocupan más aún a un Ernesto Valverde que o bien no da con la tecla a la hora de acomodarlos en su sistema táctico o ha empezado a perder la confianza en ellos.

¿Desde Sevilla llegó la solución...?

Clément Lenglet llegó al FC Barcelona este verano tras una temporada y media a un muy alto nivel en el Sevilla FC. Jefe de la zaga del club de Nervión, y pese a quedar fuera de la convocatoria de Didier Deschamps para un Mundial de Rusia 2018 que a la postre coronó a Francia, el central llegó a la Ciudad Condal asumiendo el rol de suplente y con la misión de dotar de más minutos de descanso a Piqué o Umtiti de los que Vermaelen (lesionado cada tres por cuatro) o Yerri Mina (indudable su necedad táctica para el nivel que se exige en un club como el Barça, pese al excelente Mundial que realizó) dotaron la temporada pasada a sus compañeros. 

Una presencia testimonial en la victoria ante el SD Huesca y una roja directa a la media hora de partido ante el Girona CF por una innecesaria agresión a Pere Pons son, hasta ahora, los logros de Clément en el club azulgrana. Parece muy poco si tenemos en cuenta las expectativas creadas tras el fichaje.

Músculo y temperamento

La irrupción a lo largo de estos diez o quince últimos años de centrocampistas de corte ambiguo ha sido tal que cualquier plantilla europea que se precie cuenta con un par de jugadores capaces de desempeñar por igual los roles de contención y creación. En eso Rakitic es un referente, pero tanto su edad como la numerosa carga de partidos que sufrió a lo largo de la temporada pasada con el FC Barcelona y con Croacia, llevaron al club a poner los ojos sobre uno de los referentes del fútbol europeo en esa materia en estos años: Arturo Vidal. 

Fue Massimiliano Allegri, actual DT de la Juventus de Turín, quien allá por la temporada 2014/2015 dotó al club del Piemonte de un mediocampo en el que Pogba y Vidal trabajaban hasta la saciedad para un Pirlo con completa libertad de movimientos como director absoluto de orquesta. A Arturo le valió para que Pep Guardiola se fijase en él y lo incluyese, por aquel entonces, en su proyecto en el Bayern de Munich. En la capital bávara acentuó más su papel de perro de presa, pero sin dejar a un lado la faceta de llegador que le llevó a marcar una media de 9 goles por temporada en Turín y de 5 en Munich.     

A día de hoy, Vidal es el fichaje más usado por Valverde, aunque (como ya comentamos en alguna ocasión) con él sobre el campo el FC Barcelona ha vivido los momentos de mayor descontrol a lo largo de los partidos. Curiosamente Arturo ha sido fichado, no solo para dotar de oxígeno a Iván Rakitic, sino para evitar que los encuentros acaben convertidos en los correcalles a los que últimamente se ha habituado el aficionado culé.

De todos modos, Vidal ha disputado, saliendo desde el banquillo, las primeras cuatro jornadas, siendo titular en la quinta ante el Girona CF, asistiendo a Messi en el primer gol azulgrana en ese encuentro. 

Sin embargo, y pese a los problemas que ha tenido el equipo con él sobre el rectángulo de juego en el inicio de la actual campaña, Vidal es el fichaje del FC Barcelona que mejor se ha ido adaptando y que más automatismos tácticos ha ido adquiriendo desde su llegada al club. 

The Leftovers

Bajo el título de la excelente serie producida por HBO podrían caer los nombres de Rafinha y Munir. Los "restos", las "sobras", quienes marcharon para crecer y aprender y han vuelto para demostrar lo aprendido han tenido muy poca participación en el equipo hasta ahora.

El brasileño Rafinha volvía al Camp Nou tras una excelente media temporada en el Internazionale de Milán, club que, a pesar de los servicios prestados, no quiso ejecutar ninguna opción de compra o renegociar otra cesión por él. El equipo italiano se reforzaba finalmente con Radja Nainggolan, cerrando así las puertas al hermano de Thiago Alcántara. 

Fue titular ante la Real Sociedad en la cuarta jornada, disputando 57'. El equipo fue un auténtico desastre mientras él estuvo sobre el campo. La remontada del conjunto azulgrana en San Sebastián llegó tras dar entrada Valverde a Busquets en lugar de un Rafinha que posee una innegable calidad técnica y una excelente visión de juego, pero que se pierde absurdamente entre florituras y bailes de salón innecesarios en algunos momentos de los partidos.  

Por su parte, Munir El Haddadi, tras una nefasta temporada en el Valencia CF y una más que buena en la SD Alavés del Pitu Abelardo, volvía a Barcelona con ganas de demostrar que puede ser un recambio más que fiable para Luis Suárez. El problema radica en que Ernesto Valverde ha dejado a Munir disputar 1 solo minuto en las primeras cinco jornadas cuando era más que evidente que Luis Suárez necesitaba (y necesita aún a día de hoy) una pretemporada propia, unas series en la pista de atletismo o comer menos asado en el jardín de su casa. 

Y, por el momento, la situación del nueve es lo que más preocupa en el seno del club: Luis no termina de arrancar ni de ponerse en forma y a Munir, cuando se le ha dado la oportunidad, como el pasado miércoles ante el CD Leganés, ha tenido la mala fortuna de saltar al terreno de juego el día en que el FC Barcelona ofreció en líneas generales la peor imagen de la temporada. Tras un buen inicio del marroquí, ofreciéndose y desbordando a su par, terminó por diluirse, como el resto del equipo.

Conclusiones en clave Fantasy

Actualmente ninguno de los nuevos fichajes del FC Barcelona son excesivamente recomendables, exceptuando quizás algo Arturo Vidal. 

Desconocemos, de todos modos, si Ernesto Valverde profundizará más en su confianza hacia ellos y los dotará de más minutos y/o les permitirá disputar partidos de envergadura para que vayan entrando en los automatismos y en la dinámica del equipo sobe el terreno de juego. 

Parece claro que tanto Rafinha como Munir, que dispusieron de sendas oportunidades, tendrán más difícil a partir de ahora su inclusión en el once, pero tanto Arthur como Malcom, Lenglet o Vidal deberían ir entrando en la alineación cada vez más a medida que las competiciones (Liga, Champions League y Copa del Rey) vayan disputándose. 

Es más que evidente que tanto por calidad como por el club en el que juegan, de entrar en algún once, podrían darnos una buena suma de puntos, ya sea en picas o estadísticamente. Sin embargo, tras las seis primeras jornadas ni ha sido así ni tiene visos de que se vaya a revertir la situación. Y el problema, en el fondo, no es del todo de la plantilla. Quizá algún día el bueno de Valverde se dé cuenta de que el principal problema es que no hay variantes tácticas efectivas ni solventes para levantar situaciones comprometidas a lo largo de los partidos. Esperemos que para Messi el FC Barcelona no se acabe convirtiendo en un calco de la selección argentina.