[Getafe] El penalty más largo del mundo

Tiembla el equipo de Bordalás cada vez que le señalan una pena máxima a favor. El Getafe es el equipo que más veces ha gozado de la fortuna de los once metros esta temporada en liga. Sin embargo, la fortuna no es tal cuando se convierte en un error común. 

Por el camino getafense se han ido perdiendo el sesenta por ciento de los penalties señalados. Y, con ellos, si nos disfrazamos de absolutistas tertulianos, un buen número de puntos que hubiesen convertido la temporada del equipo azulón en algo más que el milagro del equipo recién ascendido bien trabajado.

Séptimo en la tabla, lucha por la clasificación europea mediante, el Getafe vive a cinco puntos del Villareal, sexto con un partido menos. Atrás queda la pena marrada ante el Athletic en el Alfonso Pérez, que a la postre significó la pérdida de dos puntos. Iago Herrerín atajaba el lanzamiento de Jorge Molina y el equipo azulón veía como se le escapaba la victoria ante el cuadro bilbaíno. 

Cinco jornadas después, en la veinticinco, visitaba el Getafe precisamente al Villareal. Sergio Asenjo detenía dos penas máximas, una a Ángel y otra a Jorge Molina. El cuadro de Bordalás se dejaba los tres puntos en el Estadio de la Cerámica. El submarino amarillo vencía por uno a cero y el conjunto madrileño volvía a casa con la sensación de que quizás había un nuevo punto a mejorar en los entrenamientos.

Cinco puntos perdidos y otras cinco jornadas después, en la treinta, Adán le detenía esta vez el penalty a Portillo. El ex bético marraba la pena máxima en las postrimerías del partido y el Betis se llevaba los tres puntos del feudo azulón. Otro punto menos. Y ya van seis.

Visitaba Vitoria el equipo de Bordalás en la jornada treinta y uno. Caía el once azulón ante el Alavés por dos a cero. Esta vez el error en la pena máxima de Antunes. Sin incidencia en el marcador ni en cuanto a puntos, pero con la sensación de que vivían bajo las atentas miradas de un tuerto o bajo las maldiciones de una bruja.

Esta pasada jornada, en el duelo ante el Girona en el Alfonso Pérez, erraba de nuevo Jorge Molina, que a su vez es el autor de las cuatro penas máximas convertidas esta temporada. Con un jugador menos, el Getafe perdía dos puntos con un nuevo error desde los once metros. Empate a uno final. Otros dos puntos al limbo. Ya llevamos ocho.

Si la vida y el fútbol fuesen perfectos y maravillosos, el Getafe a día de hoy dormiría quinto en la tabla, un punto por encima del Betis y con cuatro de margen sobre el Villareal. Pero como la vida dista mucho de ser al menos perfecta, y el fútbol menos por extensión, los penalties también se fallan, por mucho que siempre se tenga la creencia de que disparar desde los once metros es como gozar de un córner a favor en la Premier en los años ochenta: siempre gol.    

En cierto modo es posible que el Getafe esté tratando de superarse a sí mismo. Ganar desde los once metros es de pobres. Hoy en día lo que se lleva es ganar con el balón, con la posesión, elaborar una bella jugada trenzada y empujarla en boca de gol. Da igual si el césped está seco o largo. El Getafe no quiere vivir de los once metros. Son muchos metros. El penalty se les hace muy largo. El penalty más largo del mundo no es algo de lo que quiera alimentarse el once azulón.